Muchas veces, en una parada de un bondi, en un viaje en subte, o simplemente caminando bajo la lluvia por alguna calle transitada de la ciudad (porque realmente encontré pocas veces calles poco transitadas, y por temor a que venga alguno y se quede más q con mis pensamientos, con mi cartera, prefiero siempre las q tienen un poco mas de movimiento) me encuentro rememorando un poco de ese pasado, no tan pasado, pero que fue ya hace tanto tiempo.
Me refiero a la adolescencia, a esa época ya tan lejana q se me fue de las manos de un día para el otro y que tantas veces pretendo recuperar en el rincón de alguna casa, de un bar, o de un boliche (o como sea que le digan ahora), con una cerveza en una mano, un cigarrillo en la otra, y hablando de banalidades, porque claro está que en esos momentos no vale la pena hablar sobre realidades de esta vida.
Y cuando esto me pasa, y hablo solo de los viajes a la adolescencia, pero más de una vez me voy quizás hasta un poco mas atrás y recuerdo momentos de la infancia, ya claramente mas q perdida y que se esfumo entre bicicletas, arboles, amigos pasajeros y unos cuantos golpes en la cabeza, pero allí todavía mi pequeña mente no divagaba tanto sobre las predicciones del futuro y el "quien quiero ser de grande" como lo hace uno en los años de las hormonas despiertas, me agarra una nostalgia, por suerte pasajera, que se apodera de todo mi ser y no me deja en paz hasta el día siguiente.
Calculo que nos debe pasar a todos. Quien no se encontró un domingo de lluvia, recordando cómo era esa época en la que todo parecía tan lejano, pero taaan facil. Cuando somos adolescentes todo lo que importa es el presente; el futuro es un lugar, allá a lo lejos, un momento incierto de nuestras vidas, pero que probablemente será mucho mas fácil y divertido. Entonces vivimos el presente, y sufrimos amores no correspondidos, compramos ropa de moda, lloramos que nos dejen salir, y rendimos exámenes temerosos de q nuestra vida termine si nos va mal, cuando realmente estudiamos el día anterior, y sabemos que tememos solo por el reto que puede venir acompañado de una mala nota. Pero cuanto nos puede costar en realidad? una salida menos? un pantalón q queríamos que va a esperar un poco más en ser descolgado del perchero del local? Pero bueno, no vamos a irnos por las ramas describiendo cuanto había o no de realidad en aquello que sentíamos, porque claro está que lo sentíamos, y como odiábamos que alguien dijera que estábamos equivocados. Nada peor a q alguien dijera cosas tales como "sos chico todavía, no sabes nada de...." y uno por dentro pensaba "y vos que sabrás viejo de mierda, si en tu época....". Y así de forma constante, porque rodearse de adultos, algo que al menos a mí me encantaba, significaba también estar preparado para tener que escuchar este tipo de comentarios.
Pero bueno, vuelvo a la parada de bondi, al subte y a la caminata por la ciudad, y traigo a mi mente los recuerdos de la nostalgia.....
Entonces me voy un poco más para adelante en el tiempo, y llego al año en el que egresaba, las vacaciones en la costa, los últimos pasos por la inocencia, los últimos amores de verano, el comienzo de mi primer relación amorosa, el papeleo y la tediosa inscripción en la UBA. Y los malditos CV que todavía no podía mandar porque no había cumplido 18 años... que época.....
Y sigo avanzando, y recuerdo que convencida estaba todavía de que era todo tan simple como tener un buen plan de vida; a los 18 me iba a ir a vivir sola (claro, sobre todo porque después de años de trabajo contaba con los ahorros de toda la vida para hacerlo ¿?) iba a trabajar, a los 22 iba a estar recibida, a los 23 me iba a ir a recorrer el mundo y a los 25 me iba a casar y tener mi primer hijo. Claro... era todo tan simple. Alcanzaba con que uno soñara todo eso para creer que realmente iba a suceder tal y como lo predecíamos. Nada podía ser lo suficientemente fuerte como para frenar nuestros planes. Y vale ahora aclarar, que cuando me siento y lo recuerdo, me pregunto, porque creería que ESE era un BUEN PLAN DE VIDA.
La cuestión es que el tiempo paso, y como nos pasa todos, la vida se encargó de demostrarme que las cosas no eran tan fáciles como yo las veía. Que no alcanza con esbozar un plan en la mente para que todo salga como uno lo espera, y fue entonces que comencé con lo q años después, en el 5ª intento de hacer terapia, denominaría mis "fracasos" (Aclaración al margen, el 5ª intento también fue fallido, quizás el dicho este mal hecho y sea el sexto es el vencido)
Y bueno, como decimos hoy con una amiga, la vida es muy puta, y en la esquina de cualquier bar, por solo 1.5 $ se prostituye ante cualquiera que desee una noche de amor. Y así, como inocente pueblerina que puedo ser mas de una vez, con la ilusión de quien cree que lo mas difícil ya paso (3 carreras diferentes, un amor concluido, una batalla que terminaba, y los sueños que ya no parecían esfumarse) el 2008 comenzó con un intento frustrado de hacer un blog. Del que solo quedo como resto el siguiente fragmento:
"El 2008 traerá experiencias nuevas, únicas, Bizarras, Divertidas, anecdóticas, imborrables. Trabajar, estudiar, vivir sola, pensar por dos. Nada de una cosa por vez... mejor intentarlo todo junto y que salga lo que salga...."
Y esta vez la vida fue tan puta que me puso este fragmento delante de mis ojos 2 años después de haberlo escrito, para poder darse el lujo de decir lo que hubiera dicho mi madre si lo leía " Y... así te salió!!!"
Y creo que no hace falta aclarar que nada de lo está escrito en la predicción sucedió tal y como se lo esperaba, y la experiencia de la convivencia, más que bizarra y divertida fue complicada y frustrante, pensar por dos duró lo que dura un pedo en un canasto, y estudiar fue lo que sigue siendo hoy, un viaje interminable, es como irse a Perú caminando y sentir que no llegas nunca, cansa, agota. A! y obviamente ya no vivo sola, vivo de nuevo en la habitación q con tanto amor me prepararon mama y papa para mi regreso al hogar, con la colita entre las piernas.
Y el 2009, más que ser la continuación de un excelente año, como el que supuestamente iba a ser el 2008, fue el año más oscuro de mi corta adultez. Y vi todo negro, y vi que nada salía como debía, y me deprimí, llore, me escondí, pataleé como los nenes, me frustre, y todo lo que puede hacer uno cuando las cosas no se le dan. Hasta q me desperté. O me despertaron.
La cuestión es, que en esa parada de bondi, en ese subte, en esa caminata, cuando rememoro todos esos momentos, y la nostalgia se apodera de mí, me pregunto qué quiero de mi vida ahora, después de "los fracasos", los errores cometidos, las tristezas, los desamores, las decepciones, etc., etc.
Y quiero volver a ser adolescente. Porque proviene de adolecer. Y hoy, adolezco de planes. Ya no esbozo un plan de vida en mi mente, me di cuenta de que la vida, como dicen, es lo que pasa mientras estamos muy ocupados haciendo otras cosas. Los planes a largo plazo no sirven más que para frustrarnos, los planes deben ser hechos a la medida del momento, de las circunstancias. Hay que vivir un poco mas como cuando se era chico; disfrutar del momento, de los amigos, de los desamores, de las salidas, de las notas malas merecidas y de las buenas por merecer.
Hoy, de la mano de nuevas y viejas amistades, q gracias a momentos que me animé a compartir se convirtieron en la esencia de mis días, quiero vivir mi complejo de Peter pan (diría campanita, pero sería mentir la realidad es q soy un niñito) y salir al mundo como a quien nada le importa, mas q disfrutar del momento. Porque al fin y al cabo, de eso se trata. Y de eso se va a tratar este blog.
.....Vuelvo entonces ahí, a la parada de bondi, al subte, a la caminata, y la nostalgia se va volando al país del nunca jamás.....